Hace unos días, hablando con un amigo me dio una mala contestación, me sentó como un
ZAS! patada en la boca.
Sabía que estaba pasando un mal momento con sus cosas, y lo dejé en paz.
Ese mismo día, bueno mejor dicho, casi todos los días, me dan malas contestaciones, tengo que solucionar problemas, atender a gente cabreada, victimistas, pero no me suelen sentar tan mal, incluso a veces agradezco que algún imbécil se ponga borde para desahogar toda la tormenta con él y que controle sus palabras en...
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